Mobileye, Intel y BMW se han aliado con el fin de que los vehículos autónomos puedan producirse en serie en apenas cinco años…
Apenas siete meses han bastado para que BMW pase de mostrarse reticente al coche autónomo a convertirse en uno de los grandes jugadores de este incipiente segmento de negocio. En ese sentido, el popular fabricante de automóviles germano acaba de unirse en una prometedora alianza con Intel y Mobileye con un objetivo muy claro (y ambicioso): llevar a la producción en serie, no más tarde de 2021, soluciones que permitan la conducción completamente automatizada.
A corto plazo, las compañías llevarán a cabo una prueba de conducción autónoma con un prototipo para la conducción altamente automatizada (highly automated driving, HAD). En 2017 la plataforma se ampliará a las flotas con pruebas extendidas de conducción autónoma. El modelo BMW iNEXT será el comienzo de la estrategia de conducción autónoma de la alianza y sentará las bases para las flotas de vehículos completamente autónomos, no solo en las autopistas sino también en entornos urbanos para favorecer las soluciones para la automoción compartida.
A su vez, Mobileye proveerá a los vehículos de BMW de un sistema de detección, capacidades de mapeado (ya integradas en el último system-on-chip de Mobileye, el EyeQ 5), así como se ocupará del desarrollo colaborativo de algoritmos de fusión que serán desplegados en las plataformas de computación de Intel. En concreto, la tecnología de mapeado Mobileye Road Experience Management (REM) ofrecerá localización precisa en tiempo real y preparará los datos que forman una capa fundamental de información para apoyar la conducción totalmente autónoma.
Autonomía poco a poco
El objetivo de la colaboración es desarrollar soluciones con visión de futuro que permitan a los conductores no solo soltar las manos del volante, sino alcanzar también el nivel denominado “Ojos fuera” (Nivel 3) y, en última instancia, el nivel “mente fuera” (nivel 4), transformando el tiempo que pasa el conductor en el coche a tiempo de ocio o trabajo.
Este nivel de autonomía permitiría al vehículo, en un nivel técnico, alcanzar el estado final de viaje “conductor fuera” (nivel 5) sin un conductor humano dentro. Esto permitirá la existencia de flotas auto-conducidas para 2021 y establece la base para negocios completamente nuevos en un mundo móvil y conectado.